Vivimos en la era de la inmediatez. Basta con que ocurra un evento para que, en apenas 30 segundos, tengamos multitud de información en forma de tweets, de fotos en Instagram o de vídeos en Youtube. Por una parte es genial tener toda la información al momento, pero si miramos desde la parte que le toca a nuestro ocio, esta inmediatez tiene un lado oscuro.
Vivimos con miedo al spoiler, nos vemos obligados/as a llevar nuestras series al día porque cualquiera puede destriparnos el capítulo que acaba de terminar de ver en un tweet, en los Instagram Stories o en un vídeo de Youtube…
Llevar al día los shows puede parecer genial, que no tiene desventajas, nada más lejos de la realidad. A veces, llevas al día una serie que te encanta, que te llena semanalmente, tu pequeño lugar feliz y… ¡PUM! deciden cancelarla. Hoy os voy a hablar de esto, de algunas series que cancelaron y que me dolió en el alma que lo hicieran.
Firefly
Sinopsis: En el siglo XXVI, la humanidad ha abandonado la Tierra y se ha instalado en un un nuevo sistema planetario. Bajo el liderazgo de Malcom Reynolds (Nathan Fillion), un renegado que luchó contra el nuevo Gobierno unificado central (La Alianza). Mientras tanto, la tripulación de la nave Serenity, de clase Firefly, intenta sobrevivir de cualquier forma posible. Así, vuelan a lo largo de los planetas limítrofes para evadir a la Alianza y escapar de sus radares.
Creada por Joss Whedon, Firefly era un western espacial adelantado a su tiempo, trataba de forma más adulta y oscura la ciencia ficción seriada (recordemos que apareció un par de años antes que la re-imaginación de Battlestar Galactica). Llamadme loco, pero yo la veía como algo cercano a, haciendo un símil con el universo Star Wars, lo que sería ver las aventuras de Han Solo en su Halcón Milenario por la galaxia.
Por lo que he podido leer, Firefly fue maltratada por Fox desde antes del comienzo de su emisión. La cadena no emitió su episodio piloto y programó en su lugar el segundo capítulo, después de esto, el resto de episodios se emitieron desordenados. Con este despropósito, no es de extrañar que la serie se cancelase después de tan solo 11 episodios.
A pesar de todo, y gracias en parte al boca a boca, logró una base de fans lo suficientemente fuerte como para que sus ventas en DVD fuesen un éxito. Lo que animó a Joss Whedon a crear una película (Serenity, 2005) con la que cerrar parte de la trama.
Freaks and Geeks
Sinopsis: ‘Freaks and Geeks’ gira en torno a la vida de una adolescente, Lindsay Weir (Linda Cardelline), y de su hermano menor Sam (John Francis Daley). Ambos son estudiantes del instituto McKinley durante el año escolar 1980-81, en la ciudad de Chippewa, Michigan, un suburbio de ficción de la ciudad de Detroit. Los amigos de Lindsay son los que constituyen el grupo de ‘Freaks’ (los rebeldes que fuman y nunca hacen los deberes), y los de su hermano los ‘Geeks’ (los magos de las matemáticas y sin ninguna vida social).
Por lo general, estamos acostumbrados a ver las series de instituto desde el punto de vista de “la gente guapa” (los populares, las animadoras, etc.) pero en Freaks and Geeks vemos la historia desde el otro lado del espectro, desde el lado de los que no suelen tener voz (sobre todo teniendo en cuenta que esta serie fue emitida a finales de los 90 y entonces lo de “ser un friki” no era algo tan popular como en nuestros días, por desgracia). Probablemente una de las series sobre adolescentes más cómicas y, a la vez, dramáticas que he visto en mi vida.
Si le dices a alguien que una serie en la que aparece gente como Linda Cardellini, James Franco, Jason Segel o Seth Rogen ha sido cancelada, seguramente no te crea. Y es que es eso, en Freaks and Geeks se reunió un elenco de actrices y actores que darían mucho de qué hablar en el futuro.
La NBC la maltrató cambiando constantemente su horario de emisión, lo que hizo imposible su éxito. Además, una vez más los episodios se emitieron sin un orden concreto, incluso algunos quedaron sin emitir antes de su cancelación (vieron la luz el verano siguiente). A pesar de todo, y con el paso de los años, se ha convertido en un producto de culto e incluso los fans han llegado a reordenar los episodios para que la serie tenga un “sucedáneo” de final.
Me llamo Earl
Sinopsis: Earl Hickey (Jason Lee) es un delincuente de poca monta, un ladrón que vive en el ficticio condado rural de Camden. Un día Earl gana cien mil dólares en la lotería, pero pierde el billete ganador después de ser atropellado por un automóvil mientras está celebrando su buena fortuna en medio de la calle.
Cuando despierta, aún convaleciente en la cama del hospital y bajo los efectos de la morfina, desarrolla una fuerte fe hacia el concepto de la retribución del karma a raíz de un comentario en el programa Last Call with Carson Daly en el que Daly realiza una entrevista a la estrella del country Trace Adkins.
A partir de este momento, Earl seguirá un programa de doce pasos para corregir sus errores y fechorías, siendo el primero de ellos elaborar una lista con todas sus malas acciones.
Después de conseguir enmendar uno de estos problemas, Earl se vuelve a encontrar el billete de lotería que había perdido previamente. Sin embargo, los problemas no terminarán ahí, a pesar de que el torpe Earl no tenga nada más que buenas intenciones.
Recuerdo perfectamente cómo me sentí después de ver por primera vez Me llamo Earl, era como si hubiese visto algo dirigido por Kevin Smith (del que era muy fan). No solo porque en la serie apareciesen Jason Lee o Ethan Suplee, que habían trabajado varias veces con el director de Nueva Jersey, sino porque muchas de las situaciones que pude ver en el episodio, el humor y el tono en general era similar al estilo de Smith.
La razón principal para desarrollar la trama, la interminable lista de malas acciones que quería enmendar Earl, era el motivo perfecto para tener historias locas por muchas temporadas. Temporadas salpicadas de personajes entrañables como el hombre cangrejo, Joy, Catalina o Patty, la prostituta de día.
A pesar de que tenía un gran número de fans, a partir de su tercera temporada fue perdiendo audiencia episodio tras episodio, siendo cancelada en 2009 por la cadena NBC tras 96 capítulos. Otra cadena, la TBS, intentó recuperarla, pero el coste por episodio que requería (entre 2,3 y 2,7 millones de dólares) hizo que resultara imposible. Así que nos quedamos sin saber si el bueno de Earl pudo o no pudo enmendar todas las malas acciones de su lista.
Kyle XY
Sinopsis: Kyle (Matt Dallas) es un misterioso adolescente que aparece en medio de un bosque de Seattle. Mientras intentan averiguar de dónde viene, la psiquiatra Nicole Trager (Marguerite MacIntyre) decide llevarle a vivir con ella y su familia. Salta a la vista que no es un joven normal y cuando descubren que no tiene ombligo comienza la gran sospecha: ¿De dónde diablos viene?
Una serie para adolescentes diferente, ya que tenía una gran dosis de misterio en torno al origen del protagonista. Al principio de la historia, Kyle ni siquiera sabe hablar (a pesar de ser ya mayorcito), pero demuestra una serie de habilidades extraordinarias, tanto físicas como mentales. Quizás perdió algo de fuelle a medida que avanzaba la serie, pues empezaban a tener casi más importancia los “líos amorosos” de instituto que el misterio en torno a Kyle.
La cancelación de Kyle XY es una que no llego a explicarme, la serie gozaba de gran popularidad, era una de las favoritas de los adolescentes y tenía una enorme base de fans. Pero decidieron cancelarla tras la emisión del comienzo de su tercera temporada, debía de ser poco rentable y ABC Family no la renovó.
John Doe
Sinopsis: La serie narra la historia de John Doe (Dominic Purcell), un hombre que no recuerda nada de su vida desde que se despertó desnudo en una pequeña isla de la costa de Seattle. Sin embargo, su memoria conserva conocimientos casi infinitos sobre cualquier materia. Habla diversas lenguas, resuelve problemas científicos y ayuda a la policía a resolver sus casos. Al mismo tiempo, John intentará que la policía le ayude a descubrir cuál es su identidad y la fuente de sus conocimientos.
La premisa de esta serie era BRUTAL, una persona que sabe absolutamente todo lo que le preguntes excepto su identidad. John Doe era una serie de una calidad más que aceptable (sobre todo teniendo en cuenta los estándares de la época) que te mantenía pegado al asiento. Quizás plantó demasiadas incógnitas que no terminaron de resolverse, por desgracia.
En una era previa a la serie Perdidos, John Doe era mi ración de cliffhangers diaria y lamentablemente me dejó uno para toda la vida, ya que la serie finalizó sin que nos aclarasen la identidad del protagonista*. Una vez más, Fox canceló la serie por sus bajos datos de audiencia y sus altos gastos de producción.
*SPOILER
[[[Por cierto, el propio Dominic Purcell dijo en una ocasión: “John Doe es “El Mesías que ha regresado a la Tierra” y el grupo misterioso que lo persigue y no deja de inmiscuirse en su vida son agentes del Vaticano que no quieren que salga a la luz pública la información de que Cristo a resucitado o regresado de nuevo entre nosotros.]]]
Aún hay esperanza…
Muchas series que fueron canceladas han logrado volver gracias al apoyo de los fans. Por ejemplo, en 2018 Netflix decidió cancelar una de sus series más exitosas, Sense8, debido a que el coste de realización de cada capítulo (con numerosas localizaciones alrededor del globo) era ridículamente alto y se tardaba más de 20 meses en producir cada temporada. Esta cancelación movilizó a miles de fans, que animados por las creadoras de la serie, comenzaron una campaña por las redes sociales. Incluso el portal de vídeos pornográficos XHamster se ofreció a pagar íntegramente una tercera temporada (las escenas subidas de tono de Sense8 era uno de los contenidos más visitados por sus usuarios). Finalmente Netflix aceptó producir un capítulo especial para dar un final a, en mi parecer, una de las series más interesantes de esta década.
Otro ejemplo lo tenemos en la serie Veronica Mars, cuyos fans lograron reunir suficiente dinero mediante una campaña de Kickstarter (lanzada por su creador, Rob Thomas y su protagonista, Kristen Bell) para que se realizase una película que continuase la trama de la serie, cancelada hacía 7 años.
Incluso series tan asentadas como Padre de Familia deben dar las gracias a sus seguidores. Fox canceló la serie de animación en 2003 después de 3 temporadas, pero las ventas de los DVD animaron a la cadena a renovarla dos años después, en 2005 y sigue en emisión hasta el día de hoy.
Así que ya sabéis, si alguna vez cancelan alguna de vuestras series favoritas (sí, Ministéricos, digo esto mirándoos a los ojos) no tiréis la toalla, dad la turra por las redes sociales, puede que hasta os hagan caso y revivan el show.
Fuentes: (1) (2) (3) (4) (5) (6)
¡Boas!
Muy buen tema. Qué cierta la introducción, qué rabia da estar intrigado con una serie y de repente te la quitan y te quedas sin saber las respuestas…
Aunque no sé qué es peor: una serie que alargan demasiado la trama y todo pierde sentido o que la corten sin dar más explicación.
De las series que mencionas, conozco casi todas pero no tengo ninguna vista. Quizás la única excepción es»Me llamo Earl». Tengo vistos algunos capítulos y me parece muy graciosa pero que la cancelaran… ¿En serio? Era bastante buena…
Uh… «El ministerio del tiempo». Espero que lo traigan de vuelta cuanto antes mejor. Era de las pocas . ^^ series que veía semanalmente. Crucemos los dedos para su regreso
Un saludo ^^
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Qué artículo más bueno. ¡Gracias por compartirlo! Coincido contigo plenamente con «Freaks & Geeks» y «Me llamo Earl». En su día, además, me dolió la cancelación de Deadwood pero, hoy por hoy, no he sido capaz de ver la película que hicieron para clausurarla. Qué cosas.
Otra serie que me dolió que cancelaran fue «Tuca & Bertie». Quizá su pecado fue su condena y nacer a la sombra de BoJack Horseman le pasó factura, pero en muchos aspectos me parecía que podía prometer más, incluso, que la serie del caballo.
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